¡Primorosa/mente!
Os voy a contar una, Caperucita. Érase una vez un cuento que andaba por el bosque con su cestita de historietas, y se encontró con el lector feroz
que le dijo:
Soy un ‘Señor Creativo’ y dibujante,
-no sólo un Diseñador Senior-, que vive muy a gusto de alquilarse para ‘disoñar’. En lo personal un empatizador nato, dibujante de quimeras, buen tertuliano en fiestas ajenas, diletante de mil artes fallidas, fan de las almendras tostadas y catador de helados y chocolate…
De pequeño quería ser:
Astronauta, Cuentacuentos o Dibujante de Comics… ¿2 de 3 no está nada mal? y además ahora hago otras marcianadas.
Imaginar es gratis, pero crear y desarrollar ideas e historias únicas y originales cuesta tiempo, recursos y también dinero. Ahorrar en imaginación al final sale caro. La ventaja es que a nosotros se nos da muy bien.
Somos conscientes que la creatividad es un tema muy serio, pero no tiene porque ser algo solemne y aburrido, las personas recordamos mejor las historias divertidas con corazón; y es ahí donde entramos nosotros 😉
Dicen que lo perfecto es enemigo de lo bueno, nosotros buscamos el punto óptimo que está a mitad de camino entre lo perfectamente robótico y lo humanamente bueno.
Un nueva relación, es una apuesta por la confianza mútua, nos gusta trabajar con clientes y proyectos con los que nos sintamos a gusto y nos identifiquemos, con buenas personas que tengan
sentido del humor y estén dispuestas a imaginar mundos mejores y diferentes. Buscamos crear sinergias, porque nos parece que ‘rimar’ puede coincidir con ayudar.
La mejor actitud es aprender todos de todos. Está claro que dos cabezas imaginan y piensan mejor que una, si además hacemos piña con un buen cliente… ¡Al infinito y más allá!